Un artículo de lama Puntso para la revista «Regard Bouddhiste» (n°8 enero | febrero de 2015) que consagró un dosier al tema de la educación.
Podrán encontrar una visión de la riqueza de los cursos que se proponen en Dhagpo a los jóvenes.
Puede descargar el artículo en francés en PDF [2,1 Mo]
O puede ojearlo más abajo en español o el original en francés.
Nociones clave
Vivir libre
Por lama Puntso. Fotos DKL Media – Nybou
La adolescencia es un momento delicado de transformación, pero es igualmente un período lleno de recursos y de nuevos potenciales que aportan los medios para realizar elecciones de vida pertinentes. He podido comprobarlo en las animaciones de los “Cursos adolescentes: Vivir Libre” que se hacen en el marco de un centro de estudios y de meditación budista: durante cinco días, entre diez y veinte adolescentes, con varios animadores. Inspirándonos en las enseñanzas de Buda con una animación adaptada, damos a los adolescentes los medios de entender su situación y su entorno, de reflexionar por ellos mismos. ¿Objetivo? Encontrar juntos los recursos para poder hacer las buenas elecciones para ellos considerando a los demás.
ALGUNOS DESTELLOS DE ESTOS CURSOS
En los adolescentes que participan, existe al mismo tiempo un ansia de sentido y una necesidad de concreto. Los tres entrenamientos son una buena puerta de entrada. En nuestro contexto, estos tres entrenamientos pueden definirse de la siguiente manera:
■ La ética: una manera de organizar su vida, el marco que nos permite crecer de manera justa.
■ La meditación: un conjunto de métodos que pacifica la mente. Nos abre a otra manera de conocimiento, la actualización del potencial presente en cada uno.
■ El discernimiento: la capacidad de pensar por sí mismo, de entender lo que está en juego en cada situación, de ser autónomo.
Estas definiciones son parciales en relación a la tradición, pero forman una base para permitir a los adolescentes clarificar su mente y aprender a reaccionar en el mundo que es el de ellos.
Jigme Rimpoché en su libro Vivir Libre, consejos a los adolescentes explica: “Es importante superarse, atravesar las situaciones de la vida para hacer algo bueno para nosotros (…) No es necesario aguantar. E incluso si somos adolescentes, podemos encontrar siempre una manera de ir más allá de la situación. También podemos no hacer nada y esperar que la dificultad pase, pero a menudo, en ese caso no sucede nada. El único obstáculo que nos impide encontrar la claridad, es nuestra mente que está en la confusión”. He aquí nuestro estado mental y los tres entrenamientos son, la manera que nos ayudan a ir más allá de la situación.
LA ETICA
Elaboramos en pequeños grupos las reglas del curso por espacio y por actividad: ¿Cómo vamos a llevar las comidas, las actividades, los dormitorios, etc.? ¿Qué es posible y qué no lo es? ¿Para qué sirven estas reglas en el proceso de descubrimiento en el que estaremos durante cinco días? En un primer momento nos encontramos clásicos como: “hay que respetar al otro”. Excavamos un poco: ¿qué es el respeto? A lo largo de las discusiones establecemos nuestro vinaya (reglas de conducta). Tras lo cual, cada mañana retomamos juntos las reglas de uno de los espacios para ver si tienen o no sentido, si se han respetado o no.
Discusión sobre la transgresión, el sentido de las reglas, la manera de vivirlas. El corazón de esta dinámica es la de entender que el marco permite la creatividad, la regla está al servicio de lo que queremos construir juntos, autoriza un proceso, el de la confianza y da un espacio. El objetivo es que cada uno pueda entender la necesidad de marcos en la vida cotidiana, ya sea en el cole, entre amigos o en familia.
LA MEDITACIÓN
Debe de entenderse aquí en un sentido amplio: relajación y vigilancia a declinar en el cotidiano. Se trata de explorar la relación a las sensaciones, a las emociones, a la agitación y descubrir que hay otras maneras de relacionarse consigo mismo. Ir al encuentro de movimientos naturales de la mente, permite conocerse mejor y aprender a estar más presente, juzgar menos. ¿Qué hacer con la inquietud, el estrés, la ira, el deseo…?
Los ejercicios de relajación permiten una aproximación más directa de la meditación. La meditación entrena a desarrollar la presencia en situación. Además, los miedos pueden acogerse ya que nos familiarizamos y hacemos amigos en lugar de enemigos.
No es fácil para un ado asociar calma y claridad. Avanzamos con dudas. Meditar en sánscrito se dice bhavana, que significa al mismo tiempo familiarizarse y cuidarse. Cuidarse aquí consiste en conocer sus funcionamientos para ser menos dependientes, más libres. Hay por tanto que calmar el juego para vivir mejor; un fallo se vuelve materia de transformación desde el momento que se reconoce.
La meditación se vive entonces como un proceso de rencuentro consigo mismo con el fin de descubrir otra manera de hacer, otra manera de ser.
EL DISCERNIMIENTO
El discernimiento es el eje de estos cinco días de curso. Jigme Rimpoché continúa diciendo: “Ir más allá de las actitudes superficiales con los amigos, los profesores, con los demás en general, nos permite entenderles; si entendemos sus intenciones, podremos reaccionar de manera justa. La clave de esta actitud es la de aprender a mirar al humano y comprenderlo por nosotros mismos. Una comprensión así nos da la libertad de elegir, y eso pasa por una exploración y un conocimiento de sí mismo” Cultivar el discernimiento es dar la oportunidad a otro modo de conocimiento. El conocimiento consiste en poner a prueba, es nuestra manera de vivir las situaciones, a los demás y a nosotros mismos. Se trata de encontrar el valor de revisitar nuestras representaciones, nuestras creencias, nuestros puntos de vista mediante la reflexión, ejercicios de puesta en situación, discusiones; para hacerlo, convocamos a la creatividad. A lo largo de los cinco días, puede emerger otra percepción.
NOCIONES CLAVE
Las emociones, el karma, la compasión, la impermanencia se vuelven a ver en forma de discusiones, de ejercicios y de aportaciones que hacen los animadores. El karma por ejemplo, noción abstracta para los adolescentes, se aborda en términos de responsabilidad y de interdependencia. ¿Cómo mis estados mentales deciden mis actos? ¿Cómo mis actos influencian el mundo y me construyen? Va tomando sentido progresivamente.
UNA DINÁMICA
Ética, meditación y discernimiento combinados dan los medios de una nueva experiencia de lo que viven los adolescentes. El curso está fundado en la coherencia entre el discurso y lo que se experimenta en lo cotidiano. ¡Todo es material! ¿Para qué hablar de bondad si la primera palabra que emerge se convierte en soporte de burlas? ¿Para qué sirve establecer reglas de vida sin poner sobre la mesa las trasgresiones para cuestionar la motivación? ¿Para qué hablar de la relajación si la risa no está en la cita? ¿Para que hablar de budismo si no alimenta nuestra cotidiano?
A lo largo de los años, la vuelta de los adolescentes nos muestra que estos cursos son un laboratorio de búsqueda donde los descubrimientos de cada uno se experimentan en lo cotidiano. El camino de en medio es lo que está presente: vivir libre no significa ni hacer lo que queremos no depender de las situaciones, es ser capaces de hacer las buenas elecciones.
Lama Puntso ha realizado siete años de retiro tradicional de estudio y de meditación. Es enseñante desde hace más de veinte años e interviene también en el ámbito profesional. Da regularmente conferencias públicas. Es responsable del centro Dhagpo Burdeos.