Una buena noticia: ¡todo cambia todo el tiempo!
La enseñanza de lama Jampa Thaye sobre la impermanencia
“La impermanencia no es una contemplación que practiquemos tan solo al comienzo del camino. Es un tema mayor que vamos a explorar durante todo nuestro recorrido espiritual”. Lama Jampa Thaye nos advierte que, si encontramos el tema de la impermanencia a menudo y en todas las tradiciones budistas, está claro que es por alguna razón. Esta razón es doble: la meditación sobre la impermanencia despierta en nosotros la necesidad de poner en obre la enseñanza de Buda, pero también nos acerca a la realidad de los fenómenos.
Sin embargo, se impone una pregunta, ¿qué es lo que entendemos por meditación en este contexto? Y nos explica: “Aquí, la meditación es reflexiva: nos basamos en conceptos para llevar una idea a la mente y la analizamos con el fin de llegar a una certeza sobre este tema. Esta certitud no es tan solo intelectual, no se trata por ejemplo de convencerse del hecho de que la muerte es inevitable. La comprensión de la que hablamos aquí aporta un profundo cambio en lo que sentimos. Hay un desapego respecto a nuestras implicaciones ordinarias ya que nos tomamos a pecho la noción de la muerte. Hay un aspecto intelectual, pero también podríamos decir emocional o afectivo. Las instrucciones han de integrarse en nuestra reflexión hasta que afecten desde el interior y finalmente aporten un cambio”. Esto es lo quiso decir Nagarjuna: “Ya que todo es consumido por la impermanencia, no hay que encontrar protección en ningún fenómeno”.
De hecho, la integración de la impermanencia es progresiva. Primero nuestra visión es totalmente incorrecta ya que pensamos que los fenómenos son permanentes. Para corregir esto, el Dharma afirma que todos los fenómenos condicionados son impermanentes. Hemos llegado a constatar que las cosas aparecían, duran y son destruidas, pero esto sigue siendo una aproximación muy grosera de la realidad. Para permitirnos ir más en profundidad, se enseña que todas las cosas son instantáneas.
Lo que significa que los fenómenos cambian de instante en instante. Llegamos a una comprensión así de la impermanencia más sutil, mas aproximada a la realidad. Pero la visión definitiva expresada por la vía mediana es que todos los fenómenos, incluido el instante, están vacíos de toda existencia propia. Tras análisis, percibimos que el instante en sí mismo no puede ser una entidad. Es como una escalera que subimos un escalón después de otro. La aproximación evoluciona en función de la comprensión del practicante. Partiendo de la impermanencia sin elaborar, acabamos en la vacuidad.
Lama Jampa precisa: “la vacuidad puede ser difícil para un debutante: considerar la impermanencia nos ayuda a disipar el apego a que las cosas son siempre las mismas. Contemplar la impermanencia nos permite ver que las cosas no tienen naturaleza propia y así aproximarse a la vacuidad. Meditar la impermanencia permite desarrollar una visión correcta”.
Las crónicas del Instituto
Pero la enseñanza de este fin de semana no se ha limitado a una aproximación filosófica de la impermanencia, sino que nos hemos tomado el tiempo de descubrir otro aspecto: la muerte. Por un juego de contemplaciones progresivas, lama Jampa, inspirándose en maestros del pasado, nos familiariza con la idea de la muerta. Se trata de integrar dos certitudes: ¡todos vamos a morir, pero nadie sabe cuándo! Pero como las resistencias son fuertes, nos hace falta avanzar por etapas: la muerte de los otros, la nuestra, el hecho de que no hay una duración predefinida de la vida, contemplar las causas de la vida y las causas de la muerte, el hecho de que nadie se escapa a la muerte y más.
Todo esto puede dar la impresión de llevarnos a mórbidas consideraciones, siniestras contemplaciones que rozan lo macabro. ¡No es nada! Lama Jampa precisa; la contemplación sobre la impermanencia genera una relajación que transciende esperanza y miedo, abre a una felicidad ya que el remedio del sufrimiento está en nuestra posesión.
No he presentado a lama Jampa Thaye ya que hace años que viene a Dhagpo regularmente por petición de Gyalwa Karmapa. Cada una de sus enseñanzas es al mismo tiempo erudita, inspiradora y accesible. Y su lado british, en segunda instancia, da a la precisión de su enseñanza un “no se qué” de flexibilidad. Este hombre hace bien, bien en el sentido de virtud.
Puntso, responsable del programa de Dhagpo