Curso de verano, segunda semana – Pequeño homenaje a los traductores

29 julio 2018 | Las crónicas del Instituto

Gracias a Kiki, la intérprete de Khempo Chodrak Rimpoché desde hace años, tenemos acceso a las palabras de la enseñanza que se da en tibetano. Los dos están en el cruce del rigor y de la precisión con, además, una dosis de humor que da espacio.

Uno de los aspectos de la traducción es el rigor respecto a las palabras. Por ejemplo, cuando un estudiante pregunta el sentido de la palabra mérito, tan utilizada por los budistas, se nos explica lo siguiente.

En tibetano, mérito se dice seunam. Seu significa bueno; lo que puede decirse de una comida que hemos comido en un restaurante cuando el gusto es agradable y que la comida es de buena calidad. En nuestro contexto, bueno hace referencia al buen estado de la mente y a las buenas acciones. Nam significa válido. Seunam o mérito significa, por lo tanto; estados de la mente y de los actos que, del hecho de ser buenos, generan un valor.

Otro ejemplo, el sentido de la palabra bendición. En tibetano bendición se dice djinlab que, palabra por palabra significa ola (lab) de fuerza (djin). Mientras las olas se eleven en el océano, no hay diferencia de naturaleza entre el agua del océano y el agua de la ola. Es el viento el que decide la fuerza de las olas. ¿Qué es lo que significa esta metáfora? Si la mente de un ser está tomada por el viento de las aflicciones, la fuerza de las olas emocionales no va a transmitir más que sufrimiento, por lo que estará bendecido por sus aflicciones. Si por contra, es la mente del despertar la que impregna la corriente del ser de un individuo, entonces su bendición será un reflejo de ello, y de manera natural se realizaran olas de fuerza benéficas y un verdadero bienestar para los seres.

Además, a lo largo de las enseñanzas, el sentido de los términos se clarifica. Kiki precisa cosas: hay traducciones generales para las palabras clave de los escritos budistas (por ejemplo, mérito o bendición que acabamos de ver). Las traducciones generales están bien, pero no vehiculizan un significado muy general con respecto al sentido de la palabra. No es que sean erróneas, pero en las enseñanzas precisas sobre la naturaleza de la realidad, por ejemplo, la traducción general, útil en otros contextos no es apropiada, ya que no le da el sentido preciso.

Hay que, por lo tanto, tomar el tiempo necesario para explicar las palabras, bien a partir de su etimología, de sus diferentes sentidos, de su historia, etc. Esto es lo que logran hacer Khempo Rimpoché, erudito tibetano y Kiki, interprete occidental, con su dominio de sus leguas respectivas y la riqueza de su saber. Nos permite acceder a un conocimiento que será la base de nuestra reflexión que vendrá alimentar nuestra meditación por si sola.

Por cierto, a propósito de la palabra meditación, ésta no se corresponde necesariamente con el sentido que vehiculiza la palabra tibetana. En el origen, meditar en francés significa llevar una reflexión para acceder a una cierta comprensión o a una opinión precisa sobre un tema. Gom (meditar en tibetano) significa cultivar el conocimiento obtenido por el estudio y la reflexión. Es cuestión de familiarización y de profundizar el sentido hasta tener una experiencia directa y cada vez menos discursiva.

Un último punto, como estamos en el centro europeo de Su Santidad el XVII Gyalwa Karmapa, hace falta que cada uno pueda beber de la fuente que le corresponde. La enseñanza del curso de verano se transmite en tibetano, se traduce al inglés por Kiki y al francés por Olivier. Esto permite a los franceses, austriacos, belgas y alemanes o a los suizos presentes y que no entienden el tibetano, entender las palabras de la enseñanza. Y cuando los hispánicos participan en el curso, la enseñanza también se traduce al español.

La traducción es uno de los puntos clave de la transmisión de la enseñanza de Buda en los países occidentales. Ya era el caso cuando el budismo que venía de India llegó al Tíbet. Homenaje a los traductores y a la energía que invierten desde hace tanto tiempo para que las enseñanzas sean disponibles.

Puntso, responsable del programa de Dhagpo.